¿Pueden los abrazos afectar a la salud física? Resulta que sí. Los científicos llevan años estudiando cómo afectan los abrazos al bienestar humano. Han llegado a una conclusión importante: tienen beneficios reales para la salud.
Ya en la antigüedad, Aristóteles sostenía que el hombre es un ser social. Es en sociedad donde satisface sus necesidades y puede desarrollarse. Y aunque no todo el mundo es extrovertido por naturaleza, resulta que la cercanía física a otra persona se traduce directamente en salud, tanto mental como física.
El abrazo se aprende desde la más tierna infancia. El primer abrazo es el maternal. Más tarde, a través del abrazo, expresamos cariño y sentimientos positivos hacia otras personas. La mayoría de nosotros estamos familiarizados con el consuelo que produce abrazar a un ser querido. Resulta que ese contacto con otra persona puede aportarnos beneficios tangibles, no sólo emocionales.
Abrazar tiene beneficios reales para la salud
El Berkeley Well-Being Institute ha publicado una recopilación de los resultados de una investigación que enumera el impacto que tiene abrazar en nuestra salud.
El primer beneficio para la salud de abrazarnos con regularidad es la reducción de los niveles de estrés. Cuando lo sentimos, nuestro cuerpo puede producir niveles elevados de cortisol, una hormona natural del estrés que se encuentra en el organismo. Un estudio realizado en 2013 en Japón por Hidenobu Sumioka, que se publicó en Scientific Reports, descubrió que el contacto físico en forma de abrazo se asociaba con niveles más bajos de cortisol tanto en la saliva como en la sangre de los participantes.
Al abrazarnos, también podemos influir en la disminución de la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Un estudio de 2005 realizado en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Carolina del Norte
Una teoría interesante sobre los efectos de los abrazos en la salud es la que dice que los abrazos pueden ser un analgésico natural. Conocemos los beneficios emocionales de la cercanía física y sabemos que puede ayudar a reducir la ansiedad. Sin embargo, una investigación realizada en colaboración con universidades médicas de Irán en 2016 sugiere que el contacto terapéutico en forma de abrazo también contribuye a reducir el dolor físico. Esto, como una forma de tratamiento físico, resultó en menos dolor en pacientes con cáncer.
¿Cuántos abrazos al día necesitamos?
La ciencia sugiere que incluso 10 segundos de abrazos al día pueden reducir el estrés y la fatiga. Sin embargo, es intemporal una cita de Virginia Satir, una terapeuta infantil estadounidense que trabaja en temas de comunicación interpersonal y autoestima. Ella dijo: „Para sobrevivir, necesitamos cuatro abrazos al día. Para mantenernos sanos, ocho. Para prosperar, necesitamos doce abrazos diarios”.
¿Por qué son importantes los mimos?
Los efectos positivos de los mimos están relacionados con la oxitocina. La oxitocina suele denominarse la „hormona del amor”. Se libera cuando nos abrazamos o estrechamos lazos afectivos. Por eso son tan agradables los mimos. Y tan importante.
Las investigaciones han confirmado que sin caricias afectuosas, los bebés no podrían desarrollarse normalmente. La exposición temprana a los mimos puede ayudar a los bebés prematuros a experimentar la sensación como algo placentero en lugar de abrumador, estimulando al mismo tiempo respuestas cerebrales positivas.
Los investigadores utilizaron EEG (electroencefalograma de alta densidad de 128 canales) y potenciales relacionados con eventos (ERPs) para medir las respuestas cerebrales de los bebés al tacto. Se tocó a los pequeños con una suave ráfaga de aire justo antes de enviarlos a casa desde el hospital. Los bebés completamente maduros mostraron respuestas cerebrales más fuertes que sus compañeros del grupo de prematuros. En cambio, entre los prematuros, las respuestas cerebrales más débiles las mostraron los bebés que tuvieron que someterse a procedimientos médicos dolorosos poco después de nacer.